jueves, 15 de diciembre de 2011

TU VOZ.

Recordando los momentos en tus labios, 
escuchando la sonrisa en mi latido,
me estremezco en tu partida que mutila
mi corazón que busca tu guarida.
¡Fueron tan pocos todos esos instantes
que pasamos escuchando la alegría...!
Y fueron tantos los momentos de tristeza
que mi alma se convirtió en melancolía.
Suplicando para llegar a tus brazos
intento no engañar a esta vida,
que de forma fiera me quitó la dicha
y dichosa me ha dejado en este día.
Queriendo quererte con pesar suicida
ahogo mis lamentos en mi estampida
que tranquila se düerme en mi regazo
y rápida se alegra de tu ida. 
Ida de los momentos que me apuñalan
y me dejan sin aire en la algarabía.
Algarabía de unicornios y fantasmas
que atosigan la soledad de mi osadía. 
Deseando el deseo de tus manos
me cobijo en el goce de tu pecho
y airado y trémulo en distancia
me abandono en el olvido de tu anhelo. 
Anhelo que entero se corta ahora
y me deja anclado en el dolor de mi noche
abandonándome como un triste fantoche
y recordando todos estos reproches.
¡Reproches por hacer esta distancïa...
y por despedirme de todo tu universo!
Universo que me apaga y que me enciende
en el momento de tu cuerpo en poesía.
Poesía de segundos y recuerdos 
que claman al aire cuánto te quiero. 
Te quïeros dichos con tanta labor
que hacen que mis oídos escuchen por tu boca.
Te quieros dados con tanta admiración
que la pasión me aflige cuando sin querer
no escucho hoy... la belleza de TU VOZ 




3 comentarios:

  1. Aquellos pequeños instantes fueron suficientes para llenar por completo el corazón, porque el amor no entiende de tiempo ni de medidas, solo empieza a latir fuerte sin ninguna razón.

    Muy lindo poema Imanol, me encantó!

    Besitos en el alma.

    ResponderEliminar
  2. Me gustó leer tu bello poema Imanol...
    te sigo,volveré :)

    Besos.

    ResponderEliminar