jueves, 8 de diciembre de 2011

Cambios...

Pues sí. Puede que la vida cambie, que las personas se vayan, que los sueños se acaben y despierten otros en nuestro subconsciente como temerosos de volver a dormir...
Sí. Puede que mi casa ya no sea la que fue y que mi hogar esté desterrado de otras tierras y lugares, de paisajes y entierros. 
Sí. Puede que en algún momento de nuestra vida dejemos de amar a una persona por la que bebimos el alma y hoy amemos a otra tan diferente que no reconozcamos los besos de quien un día nos dejó en un andén solos y rotos en el recuerdo de la despedida. 
Sí. Puede que ya no sea el mismo, que cuando llegue a casa mi árbol de Navidad en vez de hojas verdes tenga hojas secas y en vez de luces tenga lágrimas. 
Sí. Puede que yo me haya perdido en un lugar en el que tampoco me encuentro y que ha hecho cambiar la perspectiva de mis metas a mejor. 
Sí... Puede que la vida traiga consigo muchísimos cambios: cambios de rumbos, de abrazos, de ropa, de fotos, de escritos, de cartas, de tormento, de lápices, de libros, de canciones, de cabello, de luces, de olor. 
Sí... Puede que ya yo no sepa llorar porque la vida me ha impedido sacar a relucir mis sentimientos cuando estos rumiaban en su esfuerzo para intentar tragar la mierda de esta sociedad. 
Sí, puede que haya y hayamos cambiado...
Pero lo que no cambia es mi deseo de coger tu manita y dar contigo los primeros pasos de tu vida. 
Lo que no cambia es el deseo de que sientas cuánto te quiero aun cuando pasen miles de años. 
Porque lo que no cambia nunca es el olor a casa, a trigo y a maternidad. 
Porque te extraño tanto...
Y eso a veces, nunca cambia. 



3 comentarios:

  1. Que precioso lo has escrito Imanol, triste y nostálgico, pero cuanta realidad hay en el.
    Cambia lo superficial, lo profundo,el modo de pensar, todo cambia... el clima con los años, el pastor su rebaño, cambia todo...menos el amor.
    Algo así diría la gran Mercedes Sousa.

    Un gran abrazo querido Imanol, y a ver si nos visitamos aunque sea de vez en cuando, porque yo, no te olvidé.

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  2. Hay sentimientos que permanecen siempre, uno de ellos es el amor a un hijo, a una madre.

    Muy sentida y realista entrada, Imanol.

    Un abrazo.
    Mercedes.

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  3. ¡Gracias por la poesía y Feliz navidad! En mi página hay siete motivos para no reñir con niños. Bienvenidos!

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