jueves, 24 de mayo de 2012

¿Y por qué?

- Abuela, ¿tú sabes lo que es el silencio?

- Claro que sé lo que es el silencio, hijo.

- ¿Qué es, abuela?

- Es la ausencia de ruido...

- Pero ¿has sentido el silencio, abuela?

- ¿Yo? Muchísimas veces. Mira, vamos - y la abuela coge a su nieto de la mano y le lleva a su habitación para tumbarse en la cama y buscar la inmensidad del Señor Silencio - Ahora quiero que te mantengas un ratito sin hablar y cierres los ojos ¿si?

- ¡Vale abuela! - El niño cierra los ojos y se concentra en oír el silencio...

(....)

- ¡Abuela! el silencio no existe...

- ¿No? ¡¡Hemos estado un minuto en silencio!! No se escuchaba ni una mosca... 

- Sí que se escuchaba, abuela. Yo escucho mi respiración... ¡Eso es ruido!

- Bueno... tienes razón. ¡Pero eso es una magnífica señal porque significa que estás vivo! El silencio también suena... pero de una forma distinta. El silencio esconde muchos significados: la partida de alguien, saber que uno no puede escuchar más su risa, ni oír su llanto... 

- En ese entonces, abuela... prefiero escuchar un poquito de ruido... 

La abuela le sonríe y le toma de la mano.

- No temas. El silencio a veces también tiene significados preciosos si los sabes entender... No siempre significan una ausencia. También el silencio es amor. Escuchar a la otra persona mirándola simplemente a los ojos y decir todo con una mirada...

- ¡Qué lista eres, abuela! 

Ambos se quedan un ratito mirando el techo como si fueran a encontrar estrellas en él...

- Abuela...

- Dime, hijo.

- ¿Puedo quedarme en silencio escuchando los latidos de tu corazón?







Y así permanecieron el día. Él escuchando sus latidos y ella respirando aún más fuerte para que su nieto pudiera sentir que siempre iba a estar ahí...




A  ti que aunque no estés, estás... 



1 comentario:

  1. Es muy bueno este profundo, enternecedor y "silencioso" diálogo entre la abuela y el nieto.

    Un abrazo.
    Mercedes.

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